lunes

La Estocada del Dios de Cobre



Propongo un lugar en el silencio
donde la luz no llegue,
donde el mar se acobarde
y se atrinchere en los rincones,
un lugar donde solos en la arena sumerjamos nuestras pieles.



Propongo un techo bajo
que nos obligue a caminar descalzos, y un aire color vaho que reseque los pulmones.



Propongo un sol incierto, un crepúsculo constante,
un sereno y profundo instante de cordura en medio de la angustia…


Allí, bajo las tierras que he creado, en el subsuelo de tu ser,
reconoce que soy Dios y que he perdido la cordura,
que estoy atado a ti y que habré de enloquecerte,
hasta que sumerjas la cabeza en el fango
y me succiones como os he ordenado.


Julian Espinosa

2 comentarios:

Paula Andrea Reyes P. dijo...

Una historia inconclusa, el lenguaje dentro del lenguaje,
Un cuento que permite el toque personal del lector, un dibujo con palabras.
Que hermosos que existas, pero aún mas que tu existencia también tenga forma de palabra, ahora no se quien eres, o mejor aún ahora empiezo a conocerte, que el universo siga permitiendo el toque mágico de tu talento y que tu talento siga dibujándonos. Adelante caballero a la villa del “SER” infinito. Un beso.

Juan F. Remolina C. dijo...

Buen final!!! Me recuerda un rol sexual interesante.